Función renal después de la cirugía para adelgazar

Si estás pensando en la cirugía para adelgazar para tratar tu problema de obesidad, es interesante conocer qué efectos tiene dicha intervención sobre el cuerpo. En este caso, obtendrás información sobre la función renal tras dicha cirugía.

En ocasiones el único tratamiento posible para la obesidad es la intervención bariátrica. Esta comprobado que esta cirugía provoca muchos beneficios, como por ejemplo reducir grasas en sangre, regular la glucosa en sangre, reducir la resistencia a la insulina, reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular. Pero que sucede con la función renal.

No debes olvidar que el sistema renal ayuda a eliminar toxinas del cuerpo y cumplir funciones específicas muy importantes dentro del cuerpo.

De acuerdo con varios estudios científicos, la cirugía bariátrica puede ocasionar complicaciones renales que deriven en insuficiencia renal aguda. Al parecer las causas de que esto suceda son:

• La deshidratación secundaria a causa de vómitos y diarreas (posibles complicaciones de dicha cirugía).
• Depósito de cristales de oxalatos.
• Acumulación de proteínas en el riñón.

Estas alteraciones pueden ser tratadas, para lo cual es necesario:

• Rehidratar progresivamente.
• Corregir las alteraciones hidorelectrolíticas.
• Hemodiálisis.
• Técnica quirúrgica para tratar nefropatía por oxalato.

Aquellas técnicas que tienen más probabilidades de ocasionar dicha complicación son el bypass gástrico en Y Roux o bypass yeyunoileal, la cual suele surgir dentro del mes de la intervención quirúrgica.

Lo importante a tener en cuenta es que, si se realizan los estudios de rutina en tiempo y forma es posible tomar a tiempo una posible complicación renal y revertirla para no sufrir efectos no deseados sobre la salud general y la salud de los riñones en particular.

Si bien la obesidad mórbida puede ocasionar entre otras complicaciones, problemas renales; la cirugía bariátrica puede también provocarlas. Por ello, es importante tenerlo en cuenta.

De acuerdo con ciertos datos, alrededor de un 2.3 % de pacientes que se sometieron a este tipo de intervención han tenido complicaciones renales. De este porcentaje alrededor del 15% han necesitado diálisis.

Una de las formas más eficaces de prevenir la aparición de cálculos renales y beber mucha agua, alrededor de dos litros de agua por día. De esta manera se eliminan los residuos que pueden decantar y provocar la formación de cálculos. Esta es una buena de evitar posibles complicaciones.