Abdominales firmes, pasaporte a la salud

Los abdominales firmes, fibrosos, rocosos son un símbolo estético muy apreciado socialmente, tanto en hombres como en mujeres. Además, es una forma de protegerte de los factores de riesgo habituales de la época actual. Significa que más allá de tu preocupación estética, reducir tu cintura pasa a ser una prioridad para promover tu salud. Lo primero que debes hacer es comenzar una dieta, con la que tienes el 70% de tu programa de reducción asegurado. El 30% restante lo complementa la actividad física.

El perímetro abdominal puede ser un indicador de factor de riesgo, en hombres si se está por encima de los 102 cm, y en mujeres por arriba de los 88 cm, significa que se está en problemas y con alta probabilidad de sufrir algún evento cerebro o cardio vascular. Significa que más allá de tu preocupación estética, reducir tu cintura pasa a ser una prioridad para promover tu salud.

Lo primero que debes hacer es comenzar una dieta, para ingerir menos calorías de las que gastas en el día y fundamentalmente, para ordenar tu alimentación. De esta manera, es importante que incorpores a tu dieta mayor cantidad de hidratos de carbono complejos y abandones los simples que son generalmente los azúcares.

Hay teorías que dicen que las harinas y el azúcar son sustancias adictivas para el organismo, como la nicotina en los fumadores, y por eso intentan minimizar su ingesta lo máximo que sea posible. Si has podido iniciar y, lo más importante, continuar la dieta, tienes el 70% de tu programa de reducción asegurado.

El 30% restante lo complementa la actividad física. En este caso, que quieres lograr firmeza y tonificación debes hacer ejercicios de fuerza específicos. Para que los abdominales se ‘marquen’ tienen que tener un poco de volumen muscular.

Para lograr eso debes trabajar o bien en muchas repeticiones por serie (entre 20 a 50) o sino, menos repeticiones (10 a 20), pero con un peso añadido al ejercicio abdominal. Lo importante es que en las últimas repeticiones, sin perder la técnica de ejecución, sientas que la musculatura se fatiga al punto que se sienta una ‘quemazón’.

En ese punto es donde verdaderamente el músculo ha llegado a trabajar a gran intensidad y responderá, en el reposo, aumentando su volumen y quemando más eficientemente, la grasa que ingrese como depósito.