¿Qué valores indican un posible hígado graso?

Hepatograma de HGNA

Si bien antes el hígado graso se asociaba mayoritariamente al consumo excesivo de alcohol, hoy día no es la única causa. El hígado graso (HGNA) o esteatosis hepática en una patología asociada a la obesidad, las dislipemias y el síndrome metabólico. Por eso es importante conocer qué valores indican un posible hígado graso.

En un primer momento puedes sufrir de dicha patología y no darte cuenta específicamente que sufres esta enfermedad. El hígado graso no presenta síntomas y signos específicos, y en muchos casos además son difusos, por lo que puede confundirse con otras patologías.

Por ello, es muy importante conocer los valores de hepatograma.

¿Qué valores indican la presencia de hígado graso?

Aumento moderado de Alanina aminotransferasa (Transaminasa ALT). Valor normal : 7- 41 U/L
Aumento moderado de Aminotransferasa (Transaminasa AST). Valor normal : 12 – 38 U/L
Relación AST/ALT es más a 1. Valor normal:
Incremento de Fosfatasa alcalina. Valor normal: 33 – 96 U/L
GAMMA-glutamil transferasa. Valor normal : 9 – 58 U/L
Albumina normal. Valor normal : 3.5 – 5.5 G/DL
Bilirrubina Total normal. Valor normal: 0.3 -1.3 mg/dl
Bilirrubina Indirecta normal. Valor normal: 0.2 – 0.9 mg/dl.
Bilirrubina directa normal. Valor normal: 0.1 – 0.4 mg/dl.
Incremento de la colinesterasa. Valor normal: 5 – 12 U/L
Aumento de colesterol total. Valor normal : hasta 200 mg/dl.
Incremento de colesterol LDL. Valor normal : hasta 160 mg/dl.
Aumento de Triglicéridos. Valor normal: hasta 199 mg/dl
Incremento de glucosa. Valor normal: Hasta 100 mg/dl.
Aumento de Ferritina sérica. Valor normal: 15 – 300 ug/l
Incremento de saturación de transferrina. Valor normal : + 45%

Es importante aclarar que estos indicadores no sólo pueden estar indicando hígado graso, por ello es fundamental realizar diagnóstico por imágenes que incluyan ecografía, resonancia y/o tomografía.

El hígado graso es una enfermedad que lamentablemente se encuentra en crecimiento. Por ello, es importante cuidarse tanto en la alimentación, como incrementar la actividad física diaria. Estos dos tratamientos pueden ser de gran utilidad para prevenir y mejorar la calidad de vida.