Batido de kiwi y apio para perder peso

Los batidos verdes son cada vez más requeridos por sus grandiosas propiedades para perder peso y también para nutrir el organismo. Puedes probar con esta interesante opción, un licuado de kiwi y apio.

Cada vez está más en boga combinar frutas y verduras en un mismo batido. La idea, claro está, es combinar propiedades para lograr así un efecto desintoxicante, depurativo y diurético sobre el organismo. Todo sin descuidar minerales y vitaminas, que siempre aparecen en cantidades en esta clase de ingredientes.

Este puede ser el ejemplo de este batido de kiwi y apio, perfecto para perder peso. Es que es bajo en calorías, rico en vitamina C, tiene fibra, propiedades para eliminar líquidos retenidos y mucho más. No tienes más que conseguir estos ingredientes y ponerte manos a la obra para tener una bebida muy sabrosa y saludable en tus manos.

Ingredientes:

• Dos kiwis grandes
• Tres tallos de apio
• Un ramillete de perejil
• Una taza de zumo de naranjas
• Algunos cubitos de hielo
• Endulzante permitido al gusto

Preparación:

Pela los kiwis, córtalos en trozos y colócalos en el vaso de una batidora. Pica el apio y el perejil, haciendo lo mismo. Añade unos cubos de hielo algo molidos y el zumo de las naranjas. Procesa la preparación hasta que los ingredientes se integren entre sí por completo, formando un batido bien homogéneo y sin grumos. Si te pareciera bien, endulza al gusto, aunque no es del todo necesario.

Consumir este batido te reportará buenas cantidades de fibra, además de las cualidades diuréticas que tienen el perejil y el apio, por ejemplo. Si necesitas antioxidantes y vitamina C para mantener las defensas arriba, pues mucho mejor, ya que este es acaso uno de los mayores beneficios que tiene este licuado.

Pero no sólo este saludable batido verde te aportará las geniales propiedades de todos estos ingredientes que lo componen. Sino que además no te aportará muchas calorías, sino todo lo contrario, resultando completamente light. Puedes beberlo sin culpas y aprovecharlo en cada desayuno, cuando el cuerpo está completamente receptivo a los nutrientes que lo toman por asalto.